martes, 26 de julio de 2011

"LA MONTAÑA QUE SE ELEVA".














La “Montaña que se Eleva” es un ejercicio de Yoga Tibetano perteneciente a la serie denominada “Armonizar los Cinco Elementos”. Trabaja el elemento agua. Indicado para fortalecer los pulmones, exceso de flema, asma, apatía, desmotivación, contracturas musculares y desequilibrios de “frío”, según la medicina tibetana.

Técnica: Pies juntos. Una mano agarra la otra, por el dorso (ver fotografías). Conforme elevamos los brazos por encima de la cabeza inspiramos por la nariz. Luego bajamos los brazos espirando, también por la nariz. Repetimos siete veces con cada brazo.

El Yoga Tibetano es un sistema de trabajo y de ejercicios de energía vital (llamada tsog lung) que sigue los principios de la Medicina Tradicional Tibetana y de la tradición Bön, que sintetiza lo mejor de las antiguas prácticas de curación de Tíbet, India, China, Grecia y Persia y los fundamentos del budismo tántrico que se centra en el sentido del camino espiritual, camino que conlleva seguir varias etapas de aprendizaje para poder alcanzar el estado de Vacuidad o Gran Vacío, que es el estado perfecto de paz y ausencia de sufrimiento.

Llegó a Tíbet procedente de India hace 1500 años. Se considera al maestro indio Naropa (Siglos XI – XII) el que enseñó por primera vez a los tibetanos. Formaban parte de las denominadas “Seis Prácticas” y que los tibetanos renombraron como “Máquina del Cuerpo”.

El Yoga Tibetano busca abrir el corazón a los demás o TONG LENG, que significa “Dar y Tomar”. El sabio indio Atisha (siglos X y XI) introdujo Tong Leng en Tíbet.

Un siglo más tarde Gueshe Chekawa sintetizó esas enseñanzas orales por primera vez en un libro. Ambos caminos (físicos y respiración) fueron desarrollados por Je Tsong Khapa (siglos XIV y XV), descrito en un texto secreto llamado El Libro de las Tres Creencias. Tsong Khapa fue el maestro de su Santidad el Primer Dalai Lama.

En la tradición del Yoga tibetano (recordemos que deriva del budismo tibetano), el camino se inicia con el trabajo de limpieza del cuerpo físico que supone la parte más burda del ser humano. Una vez el cuerpo está preparado puede recibir y acumular la energía superior. La parte física es el soporte de la parte más sutil del ser humano: la Mente. Ésta consigue evolucionar a un estado superior y espiritual, gracias a la liberación de los Cinco Venenos de la Mente: la ignorancia, la rabia, el apego, los celos y el Ego, que son los que inducen a la infelicidad y obstaculizan el camino a la paz interior. Para llevar a cabo este proceso de transformación, los maestros tibetanos crearon un sistema de aprendizaje de Yoga Tibetano dividido en las siguientes fases:

LUJONG o trabajo básico de las energías físicas y que consta de los siguientes ejercicios o series: Cinco Ejercicios para la apertura y Armonización de los Cinco Elementos; Los Cinco Ejercicios para la Función de los Órganos vitales; Los Cinco Ejercicios para la movilidad de las cinco partes del cuerpo y Los ocho ejercicios para la sanación de los ocho estados corporales.

TSA LUNG o trabajo físico y de respiración para movilizar el viento y los “aires” en los canales energéticos.

LOS CINCO RITOS TIBETANOS O “CINCO TIBETANOS”: Un poderoso sistema cuerpo-mente lamaísta.

TUMMO o fuego interior y del conocimiento, a través del movimiento físico, respiración y visualización se deshacen los nudos energéticos o chacras.

MEDITACION DEL GOZO o nivel mental que utiliza la postura, la respiración y las visualizaciones para transformar los deseos mundanos. Incluye: Meditación Metta, Vipassana, Samatha, Hang y las “Diez Perfectas”.

YOGA DEL CORAZÓN: Que contiene las tres series y dos subseries de “El Guerrero”, “Dar y Tomar” y “Llevarse la Oscuridad”.

Todos estos ejercicios y muchos más los podrás aprender en nuestro Centro.

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