martes, 8 de febrero de 2011

MEDITACIÓN: FUNDAMENTOS.

Meditar es una vía de liberación psicofísica espléndida. Dentro de las distintas tradiciones espirituales e incluso en la medicina occidental se ensalzan los beneficios de las diversas prácticas meditativas. Aquietar la mente (“asentarla” como dice el Roshi Shizan) es la piedra angular para construir una vida con menos estrés y mayor autocomprensión e integración personal. Pero una vez alcanzado ese estado deberíamos ir más allá. Así lo aconseja el maestro de meditación budista Carlos Bardón, del Centro Maitreya de Asturias, que hace poco estuvo en Vigo dando un seminario a través de la Asociación Tíbet-Galicia. Mis alumnos de Yoga tibetano y meditación tuvieron la oportunidad de escucharlo en nuestro centro, donde acudió amablemente para dar una clase magistral, como es habitual en él. Carlos dijo que la verdadera meditación se fundamenta en ir desarrollando interiormente la compasión, reflexionando sobre las causas del sufrimiento (como la impermanencia, por ejemplo), para eliminar la ignorancia y expandir la consciencia búdica, que es nuestra propia naturaleza original. Pasar de “Shiné”, que consiste en mantener la atención en un soporte. El soporte puede ser la postura, la respiración, la escucha o un objeto visual. El objetivo es aprender a no dejarse dominar por el cúmulo de pensamientos que asaltan nuestra mente y a conseguir un estado de tranquilidad y relajación atenta, abierta y clara. Y llegar a “Rigpa” o "la naturaleza íntima de la mente"

(Foto: Carlos Bardón en el Centro de Técnicas Cuerpo Mente de Vigo).

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